
Huesca, 1953.
Fue durante treinta y siete años profesor de instituto en Zaragoza. Finalmente, desengañado de esa ciudad, de la enseñanza, la escritura y el amor, decidió jubilarse de todo y se exilió en Madrid.
En su actividad literaria recibió varios premios, como “Ángaro”, “Florentino Pérez-Embid”, “Esquío”, “Zenobia”, “Barajas Puerta de España”, “Luis Cernuda” o el “Francisco Ayala” de novela.
Poemarios de su última época son: Preludio y fado, Pasos en el jardín, Páramos del amor y Fados huérfanos. También narrador, su última novela fue El juglar de Languedoc.
